Trepanación: ¿Ritual mágico o "alto viaje"?

Mientras observaba en una fiesta como algunos de sus colegas se ponían cabeza abajo,  el Dr. Bart Huges tuvo una brillante idea: perforarse la cabeza con un minitaladro para alcanzar la "iluminación".
Médico holandés graduado  –aunque nunca ejerció–, el Dr. Bart Huges no fue el primero en concebir este experimento. Existen indicios  en cadáveres encontrados en la región Andina, en África y en los Balcanes de lo que se trataría en realidad de una práctica muy antigua.
La trepanación del cráneo humano ha sido una experiencia habitual entre las culturas primitivas de América y también en todas aquellas civilizaciones que hoy se pueden vincular al chamanismo. También fue utilizada hasta fines del siglo XVIII por la neurología emergente para “aliviar” los síntomas de  las psicosis y otras enfermedades mentales (método que más tarde fuera reemplazado por los electroshocks y finalmente  los psicofármacos de nuestros días).
Los hombres primitivos creían que mediante la  práctica de la  trepanación era posible expulsar a los espíritus malignos invasores y exonerar, de esta manera,  el alma inmortal.
Esta experiencia religiosa, pero también curativa, estaba relacionada íntimamente con los llamados estados perceptivos de la conciencia (un cráneo trepanado no solo aumentaría el flujo sanguíneo en la zona del cerebro sino que también expandiría  el esquema con el que el psiquismo organiza a  la realidad).
El fenómeno también ha sido reconocido por la antropología y se le atribuye como causa primera la propia evolución de la especie humana. Se cree que en el momento en que el homo sapiens adquirió su posición erguida, su cerebro sufrió a la vez una descompensación en el flujo sanguíneo a causa del incremento de gravedad.
Esto produjo por un lado ciertas ventajas en el terreno evolutivo del pensamiento pero como consecuencia el hombre habría perdido algunas capacidades relacionadas a su intuición.
La práctica de la trepanación hace unos 5000 años habría favorecido a la recuperación de esa capacidad intuitiva perdida y también habría contribuido a aliviar los dolores de cabeza provocados por el cambio evolutivo.
En 1965 el Dr. Bart Huges presentó esta tesis para fomentar el arte de la trepanación entre la comunidad científica de su tiempo, explicitando que era necesario que cada ciudadano del mundo se sometiera a esta práctica para alcanzar la verdadera libertad individual. Naturalmente fue tomado por chiflado y encerrado en un manicomio. 
Algunos años después dos discípulos suyos continuaron su legado. El primero llamado Joseph Mellen perforó dos veces su propio cráneo siguiendo las indicaciones de Huge pero falló. Fue en un tercer intento cuando aparentemente consiguió su objetivo, o al menos desistió de seguir perforándose.  Su novia, una británica llamada Amanda Fielding  quedó tan encantada con la idea que lanzó su propia candidatura para presidenta con la proposición de incluir trepanaciones gratuitas en el sistema de salud pública de su país si la elegían.
Obtuvo 39 votos la primera vez y 140 la segunda. No se presentó una tercera vez.
Finalmente , quizá decepcionada por su breve vida política, consiguió un cirujano –los hechiceros chamanes no abundan en estos tiempos modernos– lo suficientemente jugado como para que le perforase el cráneo y también “iluminarse”.
Bart Huges falleció a los setenta años en el 2004 pero sus teorías siguen en pie de guerra. Una organización liderada por el neurólogo Peter Alvorson  quien además de continuar las investigaciones del médico holandés ofrece desde su página web un singular servicio:
 Aquel que desee vivir permanentemente  “colocado” ahora puede hacerlo mediante la trepanación de su propio  cráneo con tan solo llenar el siguiente formulario: http://www.trepan.com/.

Descargo de responsabilidad: el autor de esta nota no comparte necesariamente lo que expone en este artículo; no es brujo, chamán, ni tiene relación alguna con la organización Trepan; no vende ni consume drogas que puedan alterar sus estados perceptivos; no está de acuerdo conque le taladren la cabeza a nadie. Solamente investiga y escribe todo esto para aprobar una materia del profesorado donde cursa literatura.

6 comentarios:

  1. Ritual mágico o "alto viaje"? Alto viaje!!!!!!!! Están del moño y encima es de enserio con página web y toda la bola.

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  2. Interesante y espantoso a la vez! No conocía el término. Lo relacioné inmediatamente con la película "Phi".

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  3. Jajaja me causan gracia las acotaciones como "no está de acuerdo conque le taladren la cabeza a nadie."
    Es buenisimo que todavia haya gente que pinse en estas cosas tan mistica y fanaticamente estando en el 2011.

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  4. "La trepanación del cráneo humano ha sido una experiencia habitual entre las culturas primitivas de América y también en todas aquellas civilizaciones que hoy se pueden vincular al chamanismo"

    Hoy en día esto sigue en las culturas actuales, pero en lugar de chamanismo lo llamaria Kirchnerismo.

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  5. La verdad es que conocía la práctica de la trepanación entre los antiguos pueblos mesopotámicos, con fines terapéuticos , medicinales.
    Creo que este artículo viene a cerrar un círculo de autoayuda para la comprensión de las dolencias masculinas,una investigación privada sobre ciertos comportamientos de los machos en la sociedad actual.
    Yo ya me compré un buen taladro profesional,con un buen juego de mechas para madera, concreto,metal y cráneos humanos.
    Si puedo ayudar a alguien, a "comprar" su pasaje hacia el "alto viaje", o el viaje de ida que desee,sólo avisen...
    Atención: no hay vuelta...igualmente,no creo que les importe mucho no regresar,no?...
    Además ya lo dijo el poeta:"Volver es una forma de llegar" y la Señora;
    "El que quiera entender que entienda!", o algo así...

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